CADA UNO TENEMOS NUESTRA BASURA






"Cada uno tenemos nuestra propia basura y no tenemos porque recoger la de los demas". Esta frase es de la profesora de un curso que hice sobre habilidades sociales y resolución de coflictos, la cual me llamó mucho la atención  y creo que nos puede aportar perspectiva en estos tiempos en los que la frustración nos lleva a salirnos de tono en más de una ocasión.
Todos tenemos días mejores y peores, algunos tenemos un carácter más recio que otros y otros simplemente no hemos desarrollado de momento esa empatía y comprensión necesaria para relacionarnos con los demás, el caso es que cuando la reacción de alguien que tienes en frente te haga sentir incómodo o incluso mal, no tienes porque entrar al trapo o como bien dijo Elena, no tienes porque recoger su basura.
Si interiorizamos este concepto creo que podemos estar un paso por delante de aquellos que pretenden amargarnos el día. 
Esto, por desgracia, es muy común en la actualidad porque no es fácil lidiar con este toro que nos esta corneando a todos de una manera u otra. Los que llevamos meses de ERTE tenemos varios frentes abiertos, desde la ingeniería financiera para cubrir gastos hasta la lucha con la rutina, pasando por la incertidumbre que genera tu futuro laboral entre otras cosas. Los que están trabajando, muchos están desbordados, otros están a menos de medio gas y llegan como mucho a cubrir gastos, otros ven retrasadas sus producciones debido a los confinamientos... el caso es que existe un gran caldo de cultivo para sacar la basura más de una vez al día.
 Intentemos reciclarla a través de la empatía, apartemos el egoísmo de anteponer nuestras calamidades a las de los demás porque, de una forma u otra, todos estamos en la mierda. Tenemos una oportunidad de oro para hacer del ser humano algo más humano desde un principio algo detestable como ese que dicen de "mal de muchos consuelo de tontos". Aprovechemos el tirón de este bache mundial para dirigirnos a todos esos empleados que trabajan de cara al público con el mismo respeto que ellos te muestran, para volatilizar los comportamientos clasistas de aquellos que creen estar por encima de otros y para no esparcir nuestra basura en forma de quejas por absolutamente todo lo que se menea. Estamos en una situación provechosa (dentro de todo este infierno) para resetear nuestra manera de interactuar y la sensación es que la estamos dejando pasar de largo con mucha "reflexión" y poca acción.
Está claro que no es fácil tomar conciencia del valor de la empatía cuando nos movemos en estas circunstancias y que sacaremos la basura más de lo habitual (acuérdate de que no tienes porqué recoger la que no es tuya), de hecho no lo  tenemos porqué reprimir si no queremos, pero piensa cómo te sentirías si alguien hiciera lo que tú estas haciendo en ese momento tanto para mal como para bien.
 Intentemos echar a cada cubo la basura correspondiente y no la esparzamos por los aires para que salpique de más, no todo el mundo tiene la capacidad de abstraerse y no hacerse cargo de la basura de otros. Al igual que decíamos en el relato de "el poder de tu gente" que podemos mejorar el día de las personas que nos rodean con muy poquito, también tenemos la capacidad de empeorarlo con el mismo poquito ¿con qué te quedas?.

 Alfonso González Gómez

Comentarios

  1. Me identificado mucho con tu reflexión. Para los que trabajamos cara al público, como agradecemos que la sonrisa sea recíproca.

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    1. Qué poco cuesta y cuanto bien hace!!! MUCHAS GRACIAS por leer y comentar!! :)

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