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HUMOR COMO PENICILINA DEL SIGLO XXI

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INTRODUCCIÓN Lo primero que quiero destacar antes de comenzar con este escrito es que todo lo que intento exponer tiene como eje principal el respeto a las personas, si en algún momento te puedes sentir atacado o herido, te pido perdón de antemano. Debido al tiempo que nos está proporcionando el confinamiento a la gran mayoría de personas, entre otras cosas, a mi me ha dado por escribir aquello que por circunstancias antes no me paré a redactar. Hasta el momento me he referido a la empatía como concepto global, al distanciamiento de aquellas actitudes que a mi entender están mejor lejos de nosotros y a la búsqueda de energía positiva por uno mismo. Los acontecimientos que estamos experimentando me han llevado a intentar buscar un as en la manga que nos pueda llevar a afrontar esta realidad de una manera más liviana. A todo aquello que me ayuda a llevar la vida de la mejor manera posible, y que he intentando plasmar en los anteriores escritos, creo que es necesar

Cuando el temor te impulsa a saltar al vacío

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Me gustaría aparcar por un pequeño instante todos mis problemas por muy jodidos que sean y ponerme la chaqueta de los que huyen de su tierra porque no tienen más alternativa. ¿Cómo se sentirán aquellos que pierden su vida por temor a que se la quiten? Sí, has leído bien, perder la vida por temor a que te la quiten. Dejar de tomar decisiones, de buscar objetivos, de opinar, de progresar, de conversar, de disfrutar, de amar… por única y exclusivamente centrarte en sobrevivir es, sin duda alguna, perder tu vida mientras aún puedes respirar. ¿Cómo debe ser eso de huir de todo aquello que conoces porque ha dejado o dejará de existir debido a la acción de aquellos que distan mucho de ser seres humanos? Afganistán, Siria, Somalia, Sudán del sur, Uganda, Venezuela, El Salvador, Cuba, Honduras… guerras, hambre, violencia, colapso económico, miedo… son los ingredientes que hacen que estas personas pierdan su vida. ¿Cómo ha de sentirse aquel que se encuentra atrapado en un lugar en el

LA HISTORIA DE UN LIBRO QUE NO IBA PARA LIBRO

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Es curioso llegar a hacer algo por la sencilla razón de unir todo aquello que te va viniendo a la cabeza de manera espontánea y sin ningún tipo de interés oculto. Es curioso que siempre hablamos de marcar objetivos y a veces ocurre que el simple hecho de hacer lo que te apetece te lleva de manera natural a uno y muy gratificante. Es curioso que el hecho de intentar echar una mano te lleve a recibir más ayuda de la que tú en principio has aportado. Es curioso pero el trabajo en equipo, la empatía, la ilusión por hacer algo que te sale de dentro, las ganas de compartir lo que a uno le funciona, el cariño y la ayuda de los tuyos, te guía hacia un lugar en el que no imaginabas estar. Todo empieza con la ilusión de un regalo de reyes, un libro sobre coaching que apareció a los pies del árbol de Navidad de un buen amigo y que al inicio de esta pandemia terminé de leer. Fue curioso pero a partir de ahí empecé a escribir sin ningún tipo de rumbo ni objetivo, simplemente quería

RESPONSABILIZATE, NO TE ESCONDAS.

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No camufles tus acciones en la reputación, “fama” o mal hacer de otros. Usa tu propio paraguas, no te cobijes en aquellos para tomar decisiones comprometidas o para actuar como realmente te gustaría. No pretendas quedar bien con todo el mundo; a parte de imposible, es poco saludable. Para comenzar a trabajar en equipo o en sociedad hay que mostrarse honesto, porque si tú no haces lo que te corresponde, esto recaerá sobre otra persona y empezará a crecer esa odiosa semilla de la guerra de guerrillas. Para seguir regando este trabajo podemos usar ese valor tan descuidado llamado humildad. TODOS nos equivocamos, pero si tenemos la honestidad de nuestro lado, no hace falta excusarse, simplemente te has equivocado. Para rematar dicho trabajo, desempolvemos ese tesoro denominado empatía. Tratemos a los demás de la misma manera que nos gusta que nos traten. Esto no es ingeniería aeronáutica, es, simplemente, HUMANIDAD.

SE NECESITAN ENSAMBLADORES

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Se habla mucho sobre liderazgo, sobre cómo ser referente, cómo sacar lo mejor de las personas, cómo ser confiable… pero existe una pieza fundamental en todo equipo, familia o grupo, que es aquel que hace de unión entre las diferentes formas de pensar y actuar. Cada uno somos de nuestro padre y madre y tendemos a barrer para casa incluso con las personas más allegadas. El ego sobrevuela esta sociedad tan variopinta en la forma de pensar como intolerante e incomprensiva en muchos casos y la figura de alguien tan “extraordinario” como una persona que sepa escuchar y entender esas diferencias de ser y pensar para restar importancia a aquello que no la tiene, es tan importante o más que aquellos que muestran ese carisma arrollador del líder. Hacer entender que todos podemos tener parte de razón en vez de la absoluta verdad es un papel muy interesante a desempeñar para empezar a empujar todos en una misma dirección, huyendo de comparaciones, envidias y competencias, para en

NO TEMAS COMENZAR DE NUEVO

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Cuando llevamos a cabo cambios en nuestra vida, es muy normal que exista incertidumbre y cierto desequilibrio; comenzar de nuevo no es fácil, incluso cuando te encontrabas en una situación incómoda y desagradable; sentirte dubitativo en mucho de aquello que dominabas por encontrarte en un nuevo escenario, es más que lógico; pero lo que no debemos hacer en estas situaciones es empequeñecer y dejarnos arrastrar por todos estos sentimientos. Saca a relucir tu mejor versión a base de buena disposición para absorber todas las novedades sin prisa pero sin pausa, desplaza la incertidumbre en pos de la adaptación, huye de las comparaciones y observa para poder aprender aquello que te resultará útil, busca apoyos porque siempre los encontrarás y sujétate en aquello que más dominado tienes, tu forma de ser y hacer. Estamos ante un momento de la historia en el que el cambio está a la orden del día y en el que predomina la inestabilidad, pero no debemos caer en ese sentimiento de

DE QUE SIRVE...

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De qué sirve formarse en psicología si te crees en posesión de la verdad. De qué sirve d ar una conferencia sobre comunicación si luego no sabes escuchar. De qué sirve la amistad si no la practicas. De qué sirve hablar de liderazgo sin mostrarte carismático. De que sirve la inteligencia emocional si dejas un reguero de malestar allá por donde pasas. De qué sirve hablar de coherencia si tu intención es contentar a todo el mundo. De qué sirve perdonar si no podemos llegar a confiar de nuevo. De qué sirve hablar de confianza si no haces por inspirarla. De qué sirve ir a conferencias y leer a Víctor Kuppers si sigues creyendo que la gente actúa con dobles sentidos de manera casi enfermiza, entras constantemente en las comparativas y te sumerges en una espiral negativa constante por no abrir un poco tu mente. De qué sirve confesarse o pedir perdón si no te arrepientes de lo hecho. De qué sirve admirar, querer y amar si la demostración se queda en palabras.