LA SENCIBILLIDAD






Todos nacemos sencillos y sensibles y no estaría de más mantener, evolucionar y afianzar en el tiempo estas cualidades. La vida y sus circunstancias a veces nos hacen ir aparcando la esencia de estas actitudes innatas y desperdiciar un combustible capaz de generar un estilo de vida más que saludable en torno a estos dos pequeños principios.
La sencillez nos aporta una perspectiva amplísima de todo lo que nos rodea y nos va a hacer fácil lo fácil sin esos entramados complicados que nos va aportando la edad en forma de dobles sentidos y de perdida de honestidad con nosotros mismos y en consecuencia con los demás. Esta cualidad no está reñida con la evolución y el desarrollo personal, académico  y profesonal, todo lo contrario, puede aportar ese "reseteo" necesario que necesitamos para aplicar de la manera más eficaz todos esos conocimientos que adquirimos con el tiempo y que en ocasiones profesionalizamos en exceso y pierden punch hacia nuestro entorno. 
Hablando de profesionalizar, poco a poco estamos proyectando demasiado este término hacia las relaciones personales y nos puede ir llevando hacia la pérdida de esos valores principales básicos que fuimos aprendiendo de nuestros padres, profesores y demás personas que fueron forjando nuestro ser. 
Algo tan básico como la comunicación y el simple hecho de escuchar de manera activa a la persona que te está hablando a través del otro término protagonista de este texto (la sensibilidad) nos puede acercar a nuestra esencia. Queramos o no somos animales (en algunos casos racionales...) y la naturaleza nos aporta esa serenidad y conexión con el bienestar que tanto demandamos y necesitamos. Hasta la persona más urbanita encuentra su remanso de paz al observar el horizonte marino a través de un atardecer en la playa, al igual que en esa vista periférica maravillosa de la cima de una montaña. 
Esta sensibilidad natural que forma parte de nosotros es un tesoro que poseemos para poder querer, amar, comprender, disfrutar, crecer; nos hace saborear de una manera extraordinaria aquello que la mayoría apreciamos y que en ocasiones dejamos apartado por el descuido que nos proporciona nuestro propio desarrollo. 
La "sencibillidad" puede que sea ese abono necesario que necesitamos para hacer crecer socialmente esos valores tan extraordinarios como el respeto, la honestidad, la tolerancia, la paciencia, la solidaridad, la comprensión y la humildad entre otros muchos. La sencillez de todos estos aspectos sumado a la sensibilidad natural que poseemos para poder aplicarlos podría hacer viral un concepto que mejoraría ostensiblemente el entorno en el que vivimos sin necesidad de grandes esfuerzos.
Podemos hacer mucho bien a través de cosas tan sencillas y sensibles como un abrazo, un te quiero, un mensaje de ánimo, un ¿cómo estás?, una mirada cómplice, una sonrisa..., es tan fácil mejorar el día de las personas que tienes a tu lado que parece mentira que no lo hagamos de manera tan espontánea como lo es respirar. No sé tú pero yo ahora mismo voy a llamar a mis padres para decirles que les quiero, voy a mandar un mensaje a mi mujer para desearle la mejor tarde posible, voy a preparar la merienda a mi peque con la mejor de mis sonrisas y voy a publicar este texto para intentar mejorar aunque sea un poquito tu día.

La imagen de cabecera es de dibujos.net


Alfonso González Gomez            octubre 2020

Comentarios

  1. Va para ti, con todas mis buenas intenciones.
    Sigo AGRADECIENDO ENORMEMENTE que dediques un pedacito de tu tiempo conmigo.

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