DEMASIDO MAQUILLAJE
¿Qué prefieres un tomate de huerto o de supermercado? La mayoría nos decantamos por el de huerto ya que su sabor y olor es a tomate de verdad, entonces, ¿por qué nos empeñamos en ser tomates de supermercado?
No sé si serán las consecuencias psicológicas de esta pandemia o que me estoy haciendo mayor pero cada vez me chirría más la falta de naturalidad, la hipocresía y el autoengaño. Tengo la sensación de que cada vez somos más vende motos, que mostramos un maquillaje excelente en forma de comprensión, valentía, sencillez, humildad, satisfacción… y cuando nos pasamos una toallita desmaquillante en forma de conversación y nos damos a conocer, resulta que muchos no somos tan guap@s como parecíamos.
Si tu vida no es de cuento de hadas quizá sea preferible empezar a cambiarla en vez de seguir poniendo filtros y potenciando el postureo; si tu economía no es un problema no te solidarices con aquel que va justo o no llega diciendo que estás en su misma situación porque es bastante mezquino desde mi punto de vista; si quieres solidarizarte de verdad muéstrale apoyo, no económico que seguramente no lo acepte sino anímico para poder afrontar el bache con confianza, eso sí, hazlo porque lo sientes no para ponerte la medalla de turno y engordar tu ego. Si trabajas el egoísmo y haces las cosas por propio interés no prediques que tu corazón es como una casa de huéspedes porque tus acciones te terminarán retratando; si no estás en tu mejor momento, dilo, ¿para qué ponerse un traje de camuflaje en forma de paisaje de ensueño con una frase cortada y pegada de internet? no hagas marketing de tu vida porque no eres un producto, eres alguien que merece mucho más.
Eres libre de hacer lo que te dé la gana pero coño, no engañes al personal y mucho menos te engañes a ti mismo. Sembremos un poquito de cordura para que florezca en las generaciones venideras y que, cuando seamos viejitos, hablemos con orgullo de esa promoción de jovenes-adultos que estará pagando nuestras pensiones. Las acciones de hoy serán el reflejo de mañana y si hoy nos estamos tirando de los pelos por ciertas actitudes, no las fomentemos, comencemos a cambiar la sociedad para disfrutarla y proyectarla hacia algo mejor y más apetecible.
Maquillémonos para las grandes ocasiones, para celebrar nuestros éxitos y los de aquellos que queremos, saquemos nuestras mejores galas cuando la ocasión lo merezca y no cuando toque ir de pijama y mantita, hay espacio para todo. Como decían nuestros abuelos, al pan pan y al vino vino.
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