LA BUROCRACIA DE LAS EXCUSAS

Una de las cosas que más nos saca de quicio es ir a hacer una gestión y tener que pasar miles de pruebas en forma de documentos, ventanillas, oficinas, horarios… Da la sensación que hay que justificar muchos puestos de trabajo o que intentan poner miles de trabas para desistir en el intento y no obtener esa ayuda o beneficio que buscamos. El caso es que administrativamente está muy enraizado y sus intereses deben tener pero a nivel particular nosotros también creamos nuestra propia burocracia a través de un sinfín de excusas que guardamos en nuestra manga para ir sacándolas según nos van conveniendo. 
¿Es cierto que estás tan ocupado como para no preguntar a tu madre, hermano o amigo que tal está una vez a la semana? O es que buscas el momento adecuado para algo tan importante... quizá esa idoneidad del momento haga que tarde demasiado en llegar o que sea una justificación en sí, no sé, ahí lo dejo. 
Encontramos en las excusas un paraguas perfecto para todo y esto nos aleja de la realidad y la honestidad. Las usamos para no tomar decisiones, para no afrontar problemas, para no asumir errores, para agarrarnos a un clavo ardiendo, en definitiva, realizamos un entramado burocrático que hace que aparquemos ciertas situaciones que antes o después volverán por no haberlas solucionado. 
Toda esta burocracia nos distancia de nuestras metas por miedo a fracasar, por comodidad, por dejadez, por cobardía… hay miles de excusas para crearnos excusas, es como la pescadilla que se muerde la cola. El miedo al fracaso ya es una excusa de por sí ya que nos ofrece una cortina de humo para no actuar y mantenerte inmutable en tu relativa comodidad por dejadez o cobardía. En esta última frase se recogen todos los ejemplos puestos al inicio del párrafo, todo son excusas. No vendas motos a nadie y mucho menos a ti mismo, si no eres capaz de tomar ciertas decisiones acepta que no estás preparado y haz por trabajar tu valentía; reconociendo nuestras excusas podremos conseguir ser más honestos y este aspecto de la personalidad no abunda en nuestros tiempos así que por qué no intentarlo. 
Toma decisiones sin complejos y con respeto, da igual que sean  importantes o no, inyectemos claridad en una sociedad demasiado embarrada que retrasa soluciones aparcando problemas no resueltos por el hecho de no reconocer que no le apetece salir a cenar hoy, que simplemente prefiere quedarse en casa a ver una película. Empezando por este ejemplo tan idiota que acabamos de poner, podemos llegar progresivamente a tomar decisiones de mayor calado e ir desenredando toda esta maraña de excusas para todo que refleja en la sociedad lo que de manera individual practicamos. Hagamos un poco de autocrítica y dejemos de lado esos pretextos que usamos como solución para no afrontar la realidad.


La imagen de cabecera está sacada de deproconsultores.com

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA HISTORIA DE UN LIBRO QUE NO IBA PARA LIBRO

RESPONSABILIZATE, NO TE ESCONDAS.

LA ESENCIA DE RELATOS DE ALGUIEN COMO TÚ