UNA COSA NO QUITA LA OTRA

Hay circunstancias o situaciones que no terminan de ir de la mano y nos desconciertan e incluso nos hacen sentir mal en alguna ocasión pero no tienen nada de malo solo hay que aceptar que ambas pertenecen a lo mismo aunque sean diferentes. 

Que haya algo que no te guste de cierta persona a la que quieres o aprecias y necesites contarlo para desahogarte no va reñido con el amor o aprecio a la misma; que por mucho que alguien se empeñe en mostrarte su afecto y admiración tu sentimiento hacia él no sea recíproco no tiene porque hacerte sentir mal, puede que sea cuestión de feeling, nada más; que no puedas tener queja del trato de alguien en concreto hacia ti pero que hacia una mayoría de personas dicho individuo deje mucho que desear, no te debe acarrear conflicto, valora lo que te trasmite personalmente y reprueba lo que te chirría de su actitud hacia los demás; que tu hijo o sobrino no es el niño ideal, que tu amor hacia él no refuerce ese pensamiento de que cuando aprueba es gracias a su valía y cuando suspende es por la manía que le tiene el profesor; que no todos los días estás de buen humor aunque prediques que el humor es fantástico, no significa que seas incoherente sino que eres humano; que ames la inocencia e ilusión de los niños y quieras seguir disfrutando de la tuya no tiene porque ir reñido con madurar; que aunque defiendas que el trabajo en equipo es importantísimo en ciertos momentos te autocentras y rematas al mismo tiempo, no pasa absolutamente nada, sigues siendo humano. 

El hecho de que ciertas actitudes propias y ajenas disten mucho unas de otras no significa que nos tengan que crispar solo hay que colocar cada cosa en su sitio con respeto y honestidad y listo.

No tenemos porque decir amen a todo lo que haga la gente que nos trata bien, que nos quiere o a la que queremos, tengamos criterio propio para valorar ciertas actitudes con las que no comulgamos, no debemos tener peajes con nadie por el hecho de que muestren cariño, afecto, interés o lo que sea hacia nosotros, partiendo del respeto todo es posible. Tampoco tenemos porque estar siempre en consonancia con lo que creemos y predicamos porque el estado anímico de uno no es estable 100% ya que no somos robots, somos personas y aunque nos empeñemos en transmitir serenidad, alegría, constancia, empatía, humildad, motivación y demás, no significa que no podamos coger unas “mini vacaciones” y mandar todo a tomar por culo; si  realmente forma parte de nosotros nadie podrá echarnos en cara que nos tomemos un respiro cuando nos venga en gana.

La imagen de portada es de desmotivación.es