EVITEMOS LOS PEAJES

"No me tengo porque casar con nadie porque no tengo ningún peaje que pagar". ¿Te imaginas poder responder con esta frase cuando te reclamen algo o te insinúen actuar de cierta manera? Tampoco creo que sea tan complicado simplemente habrá que seguir practicando el respeto, la honestidad y demás valores básicos de los que todos podemos disponer.

Quizá pienses que es imposible porque en el ámbito laboral en muchas ocasiones tu continuidad puede depender de hacer las cosas como te marcan tus jefes, pero ese tipo de liderazgo autoritario creo que está en vías de extinción ya que poco a poco se va fomentando la participación y el liderazgo transformacional para conseguir mejores resultados. Aun así, también tendremos que aceptar ciertas situaciones como males menores, pero en ese caso, la balanza se inclina a nuestro favor y el debe será hacia nosotros aunque es mejor desecharlo para no reclamar y entrar en el maravilloso mundo del “yo más “ y “pues anda que tú “.

Aboguemos por el efecto “mascarilla quirúrgica” para evitar estos peajes. Si cada uno hace lo que le corresponde no debería haber problemas de ningún tipo, todo fluirá, y aunque nuestra mascarilla no nos proteja, el hecho de que los demás la lleven nos debe mantener protegidos.

Demos importancia a la individualidad de nuestros actos dentro del trabajo en equipo y de la sociedad. Haciendo lo que está en nuestra mano de forma honesta no tendremos que aceptar ninguna extorsión inadecuada por aquellos golfos que buscan cualquier oportunidad de cobrarse un favor premeditado para la causa. No entremos en puertas giratorias porque el resultado lo vemos en algunos de nuestros gobernantes, esas personas que al que más y al que menos le tienen hasta las pelotas y que la única lógica a ciertas actitudes y decisiones (incompetencia a parte) es el pago de peajes que deben llevar a cabo por favores de no se sabe quien.

Intentemos vivir sin cargas creadas por confiar en quien no merece confianza, por aceptar fraudes en forma de favores supuestamemte altruistas y demás, porque cuanto más ligeros nos sintamos y más honestos nos mostremos más ágiles serán nuestras acciones y menos limitados nos sentiremos.